Esta es la primera fotografía política que hemos visto ante un potencial escenario de elecciones adelantadas. El escenario político en el país volverá a ser el de antaño, con partidos políticos tradicionales de izquierda y de centro. Retornaremos al debate ideológico que va más allá de alaridos de coyuntura.
Como bien lo señala Fernando Vivas en su columna, y lo dejó claro Keiko Fujimori al referirse a una alianza entre la extrema izquierda y la extrema derecha para bloquear el adelanto de elecciones, Fuerza Popular es un partido de centro. Precisamente el mismo espacio político que históricamente ocupa el Partido Aprista Peruano, pero más tirado hacia la izquierda. Una especie de centro izquierda a la que denominan izquierda democrática.
En el extremo izquierdo se ubica la denominada izquierda progresista o caviar, representada en los últimos años por el Partido Morado. Unos pasos más a la izquierda, los que denominamos históricamente izquierda tradicional, cuyo liderazgo lo ha venido asumiendo Verónika Mendoza y Juntos por el Perú. Finalmente, la extrema izquierda estaría representada por Perú Libre y el líder etnocacerista Antauro Humala.
En el otro extremo encontramos a los novísimos sectores de derecha, que se dividen en la derecha tradicional y la extrema derecha, representados por Renovación Popular y Avanza País. Estos sectores por primera vez ganaron relevancia en las últimas elecciones generales, con las posiciones extremistas de su más ferviente representante, Rafael López de Aliaga y de los noveles congresistas de Avanza País.
Hasta aquí todo estaba en su lugar. Sin embargo, luego de las declaraciones de Keiko Fujimori referidas a posiciones de la extrema derecha y la extrema izquierda en torno a un eventual adelanto de elecciones, representantes de los extremos políticos han comenzado a reacomodarse en el hoy codiciado centro.
Pero esto no es tan sencillo, la extrema derecha y derecha han sido identificadas por sus actos y proclamas en dicho espacio político. Un repentino cambio de giro no funciona, más aún cuando existe desconcierto en sus seguidores, autoproclamados de derecha.
Que líderes políticos autoproclamados de derecha, hoy se reacomoden pretendiendo definirse como social cristianos - espacio ocupado históricamente por el Partido Popular Cristiano - difícilmente será digerido por el electorado.
Por su parte, el sector progresista (izquierda caviar) convenientemente también pretende correrse al centro del espectro político. Al igual que en el caso de la derecha, esa nueva autodefinición no hará cambiar su imagen frente al elector.
El caso del hoy congresista Gral. Chiabra es un caso aparte. Está siguiendo la misma estrategia equivocada que siguió PPK en algún momento y Rafael López Aliaga luego, de coquetear con sectores de izquierda progresista con el propósito de enfrentar a Keiko Fujimori y tener el favor de esos sectores de izquierda.
En un escenario de elecciones adelantadas deben entender que no estará Keiko Fujimori, así que por más disfraces que se coloque esa estrategia no le resultará. Es evidente que Chiabra no volvería a postular por Alianza por el Progreso y su neo nato partido aún tiene para rato. Así las cosas, en mi concepto se trata de un militar de derecha con ropa de camuflaje caviar.
Queda claro que el centro es el punto de atracción política hoy en día, como lo fue ayer y siempre en el Perú. Lo más probable es que aparezcan nuevos partidos con la misma pretensión de centro, los que desplazarán a los neo partidos de derecha e izquierda progresista.
Así las cosas, el escenario político en el país volverá a ser el de antaño, con partidos políticos tradicionales de izquierda y de centro. Retornaremos al debate ideológico que va más allá de alaridos de coyuntura. Los sectores de derecha, extrema derecha e izquierda progresista entrarían en un proceso de desintegración. El tablero político se reposiciona y recupera espacios políticos perdidos, en beneficio del sistema político.
Salvo mejor parecer u opinión en contrario.
Fernando Zambrano Ortiz
@ferblog