Usualmente decimos que para lograr lo que cientos de políticos y filósofos llaman justicia social hay que subirle los impuestos a los más adinerados para que se de una forma el reparto más equitativo de las ganancias.
Viendo un poco de historia, podemos determinar cuáles fueron las causas de la caída de la unión soviética, qué es lo que causó que una superpotencia mundial cayera de manera tan abrupta. Pues una de causas fue la existencia de una clase burócrata cuyo oficio era el de medir quien tenía menos ingresos y quien más y de esa forma sacarle dinero a los adinerados para dárselos a los menos adinerados, consiguiendo como consecuente un “reparto más equitativo de los bienes”.
Pero esto tiene su precio ya que es necesario alimentar y mantener a ese ejército de burócratas. Y ahí tenemos un problema, ese ejército de burócratas no va a producir nada pero si va consumir, de esa manera generar un déficit fiscal enorme. Esta es precisamente una de las causas de la caída de la unión soviética: muchísimas personas vivían en base al Estado y no producían nada.
Ahora, volviendo al tema del impuesto al rico, esta es la conclusión a la que llego por la cual la idea robinhodiana - por más noble que sea de que el Estado debe sacarle dinero a los ricos para darle a los pobres - solo nos dará perdidas a todos, tanto ricos como pobres.
Y es que para que el Estado logre repartir el dinero más equitativamente necesita financiar un ejército de burócratas que no aportan nada al país, sino que consumen, cuando en realidad, en "lo no visto" según Bastiat ese rico podrá usar ese dinero para generar más puestos de trabajo y mas riqueza sobre la cual aportará al Estado a través de sus impuesto, todo esto como reitero sin tener que financiar un ejército de burócratas.
El contenido de este post es un resumen de un artículo publicado por Taringa
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