Cuando el hombre que se presentó como agente de la CIA le dijo al capitán Ed Geary, ex oficial del Servicio Guardacostas de Estados Unidos, que la agencia de inteligencia estaba apoyando un nuevo golpe del teniente coronel Hugo Chávez Frías, Geary se quedó frío.
"Yo le dije: ‘Pero si ése es un militar izquierdista''', afirmó el ex oficial, quien se opuso al plan presentado por el agente.
Sin salir de su asombro, Geary escuchó entonces de boca del agente que la CIA estaba financiando a Chávez dado que, en medio de la incertidumbre que vivía Venezuela, el carismático militar era el único capaz de garantizar el flujo ininterrumpido de petróleo a Estados Unidos.
Lo anterior no es parte de una nueva novela de Tom Clancy, el famoso escritor de novelas de espionaje.
Es el tema central de un libro publicado por Geary en el que asegura que el encuentro ocurrió en noviembre de 1993 en la Base Roosevelt Roads de Puerto Rico, entre él y Joseph J. Vellin, entonces agregado comercial en la embajada de Estados Unidos en Venezuela, a quien identificó como agente de la CIA.
Publicado a finales del año pasado bajo el título La Conspiración Venezolana (The Venezuelan Conspiracy), "una historia verdadera basada en hechos reales'', el libro describe la saga del ex oficial ante las presiones de la CIA, que se empeñaba en reclutarlo por su gran amistad y confianza con altos mandos militares de Venezuela.
Según el relato, el supuesto agente de la CIA le dijo a Geary que la entidad había financiado a un grupo de apoyo a la conspiración golpista de Chávez en febrero de 1992 contra el gobierno de Carlos Andrés Pérez. Pero a última hora el grupo decidió no participar.
También afirma que la CIA influyó decisivamente en el entorno del presidente Rafael Caldera para que liberara al militar golpista con el objetivo de ayudarlo a conquistar el poder en Venezuela.
Parte de los fondos "para allanar el camino al poder'' de Chávez, aseguró Geary en su testimonio de la conversación que sostuvo con el agente de la CIA en Puerto Rico, serían entregados por la National Endowment for Democracy (NED), un organismo patrocinado por el Congreso de Estados Unidos para apoyar la democracia en todo el mundo.
La única prueba que tiene el ex oficial para sustentar el encuentro con la CIA son sus palabras. Pero la evidencia de que su negativa a participar en el plan tuvo consecuencias desastrosas para su carrera la sustenta con documentos de una demanda que presentó contra el Servicio Guardacosta de Estados Unidos en el Tribunal Federal de Miami.
El proceso, que duró nueve años, se mantuvo bajo reserva por motivos de seguridad nacional y al final el gobierno federal evitó un juicio. Ambas partes llegaron a un acuerdo confidencial en virtud del cual Geary fue restituido en su cargo y recuperó todas sus condecoraciones.
En su demanda, Geary alegó que fue despedido intempestivamente tras haberse negado a ceder a la propuesta de Vellin de entregar la información personal, familiar y financiera que pudiera obtener sobre altos mandos oficiales de la armada y el Servicio Guardacosta de Venezuela.
"Quería que le diera direcciones, teléfonos personales y celulares, que le dijera dónde pasaban vacaciones, dónde tenían sus cuentas bancarias, quiénes eran sus novias, sus amantes, los nombres de sus hijos y sus edades'', explicó Geary a El Nuevo Herald.
Geary se negó, no sin antes recibir la advertencia de que su actitud "no pasaría inadvertida'', sostuvo la demanda.
Cuando El Nuevo Herald entrevistó por primera vez a Geary en 1995, el ex oficial relató su litigio con el gobierno, pero no mencionó la supuesta alianza estratégica de la CIA con Chávez. El Nuevo Herald publicó la noticia de la demanda.
Ahora, en una nueva entrevista con el periódico, aseguró que no citó el nombre de Chávez entonces porque así se lo aconsejó su abogado con el argumento de que el punto central de la demanda podría "distraerse'' con esa acusación.
La supuesta operación de la CIA con Chávez, quien entonces se encontraba en prisión acusado de un fallido intento de golpe de Estado el 4 de febrero de 1992, tampoco es mencionada en los pocos documentos públicos del caso federal.
Pero Geary insistió en que a pesar de que hoy suene como una locura, la CIA creía entonces en Chávez. Geary aseguró que la CIA le hizo una buena oferta económica por su colaboración.
El Nuevo Herald
1 comentario:
despues lo "indultan" y todo lo demas...
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