Los Bonos de Carbono (derivados de los compromisos asumidos por los Estados en el Protocolo Ambiental de Kyoto) constituyen un mecanismo a través del cual las industrias de países desarrollados cumplen las exigencias ambientales de su país, a través de la compra de oxigeno en bosques u otras áreas naturales emisoras de oxígeno en diversos países.
El sistema funciona de la siguiente manera:
En el Perú aun no se ha regulado sobre la materia y por ende no existe una entidad que declare elegible a nuestros bosques, paso necesario para que se puedan activar los “certificados de carbono”. La creación del Ministerio del Medio Ambiente podría dar cabida a la implementación de dicho mecanismo.
El PNUD (NNUU) ha establecido el Programa de Financiamiento de Carbono para el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, Programa Carbono ODM, un mecanismo para el desarrollo y comercialización de los proyectos de reducción de emisiones.
PNUD evalúa proyectos en función a la reducción de la emisión contra criterios estandarizados en las áreas del carbón potenciales, viabilidad técnica, viabilidad financiera y legal, impacto en el MDGs y riesgo de país.
Los objetivos centrales del Programa son aumentar el acceso al financiamiento de carbono permitiendo la participación de un mayor número de países en desarrollo y promover los proyectos de reducción de emisiones que contribuyan a los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), proporcionando beneficios adicionales para el desarrollo sostenible y la reducción de la pobreza.
PNUD proporciona servicios del desarrollo del proyecto, asistencia técnica para aprobación del proyecto, y establece un sistema de supervisión para las reducciones de la emisión del proyecto. Las actividades del PNUD deben ser precisadas en un acuerdo con el gobierno del país de anfitrión.
Una investigación llevada a cabo por el Banco Mundial en su examen anual de la situación del mercado del carbono revela que en 2006 dicho mercado creció hasta alcanzar la cifra estimada de US$30.000 millones, triplicando así los US$10.000 millones registrados en 2005. El Régimen para el comercio de derechos de emisión, de la Unión Europea, siguió dominando el mercado con transacciones que rondaron los US$25.000 millones.
En Costa Rica, Argentina y Chile ya se están negociando “certificados de carbono” y mientras en Perú los Cafetaleros en Tarapoto han recibido ofertas de compra de certificados o bonos de carbono de algunas empresas holandesas, no puede consolidarse nada debido a la falta de normatividad y entidad certificadora.
En conclusión, el Perú no cuenta con entidades certificadoras ni normas para la implementación de este mecanismo; por lo que es necesario que dicha certificación - a través de convenios - la realicen certificadoras privadas de prestigio internacional (existen certificadoras internacionales de productos orgánicos), pues si ingresa el Estado a certificar se estaría creando una posibilidad de corrupción.
Ante la falta de normatividad, las empresas están obteniendo la autorización del Consejo Nacional del Ambiente (Conam), que luego de aprobar su solicitud autoriza a la empresa a que realice las gestiones necesarias ante las Naciones Unidas, que finalmente autorizan la emisión de los bonos.
El sistema funciona de la siguiente manera:
- El país desarrollado exige a sus industrias el cumplimiento de determinadas normas ambientales, con lo que buscan evitar la emisión de carbono y eliminación del oxigeno de la tierra.
- La industria, a fin de cumplir con dichas normas, adquiere oxigeno a través de la adquisición de “bonos de carbono”, que no son otra cosa que compromisos de sostenimiento ambiental en bosques y otras áreas naturales que producen oxigeno.
- Los estándares mínimos ambientales exigidos a la industria en el país tienen como objetivo evitar la contaminación con la emisión de una determinada cantidad de carbono que va a acabar con otra cantidad de oxigeno.
- Para que la industria cumpla con la norma técnica, tiene que asegurar a su país que dicha emisión de carbono (con la consiguiente eliminación del oxigeno) será compensada con la emisión de la misma cantidad de oxigeno consumido, en algún bosque del mundo del cual ha obtenido un certificado de carbono.
En el Perú aun no se ha regulado sobre la materia y por ende no existe una entidad que declare elegible a nuestros bosques, paso necesario para que se puedan activar los “certificados de carbono”. La creación del Ministerio del Medio Ambiente podría dar cabida a la implementación de dicho mecanismo.
El PNUD (NNUU) ha establecido el Programa de Financiamiento de Carbono para el logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, Programa Carbono ODM, un mecanismo para el desarrollo y comercialización de los proyectos de reducción de emisiones.
PNUD evalúa proyectos en función a la reducción de la emisión contra criterios estandarizados en las áreas del carbón potenciales, viabilidad técnica, viabilidad financiera y legal, impacto en el MDGs y riesgo de país.
Los objetivos centrales del Programa son aumentar el acceso al financiamiento de carbono permitiendo la participación de un mayor número de países en desarrollo y promover los proyectos de reducción de emisiones que contribuyan a los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), proporcionando beneficios adicionales para el desarrollo sostenible y la reducción de la pobreza.
PNUD proporciona servicios del desarrollo del proyecto, asistencia técnica para aprobación del proyecto, y establece un sistema de supervisión para las reducciones de la emisión del proyecto. Las actividades del PNUD deben ser precisadas en un acuerdo con el gobierno del país de anfitrión.
Una investigación llevada a cabo por el Banco Mundial en su examen anual de la situación del mercado del carbono revela que en 2006 dicho mercado creció hasta alcanzar la cifra estimada de US$30.000 millones, triplicando así los US$10.000 millones registrados en 2005. El Régimen para el comercio de derechos de emisión, de la Unión Europea, siguió dominando el mercado con transacciones que rondaron los US$25.000 millones.
En Costa Rica, Argentina y Chile ya se están negociando “certificados de carbono” y mientras en Perú los Cafetaleros en Tarapoto han recibido ofertas de compra de certificados o bonos de carbono de algunas empresas holandesas, no puede consolidarse nada debido a la falta de normatividad y entidad certificadora.
En conclusión, el Perú no cuenta con entidades certificadoras ni normas para la implementación de este mecanismo; por lo que es necesario que dicha certificación - a través de convenios - la realicen certificadoras privadas de prestigio internacional (existen certificadoras internacionales de productos orgánicos), pues si ingresa el Estado a certificar se estaría creando una posibilidad de corrupción.
Ante la falta de normatividad, las empresas están obteniendo la autorización del Consejo Nacional del Ambiente (Conam), que luego de aprobar su solicitud autoriza a la empresa a que realice las gestiones necesarias ante las Naciones Unidas, que finalmente autorizan la emisión de los bonos.
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