A propósito de las declaraciones del Ministro Pérez-Yoma sobre los casos “Mirage” y “Leopard”, que como él mismo expresa, se descubrieron fortuitamente (increíble, tomando en cuenta que él fue Ministro de Defensa en esa época), el honorable expresó que la gran culpable de facilitar las coimas y corrupciones en la compra de armamento en la FF.AA. es la "Ley Reservada del Cobre". Según dice, mientras exista esa ley, regular la compra de armamento será difícil.
Esta Ley fue impuesta en los últimos años de la dictadura, por parte del General Pinochet, y establece que el 10% del ingreso por venta de producción neta del cobre y sus subproductos hacia el exterior deben ser entregados por la Corporación Nacional del Cobre de Chile al Banco Central ( en dólares), para que sea destinado a las Fuerzas Armadas. Con este ingreso, las tres ramas del ejército deben financiar la adquisición de armamentos y pertrechos a sus respectivas instituciones. Especialmente, la ley nº 18.628 de 1987 es la que hace hincapié en esta norma.
De todas formas, no es una idea que se le haya ocurrido al generalísimo. Ya en la década del 30 se creó una ley de financiamiento militar. Mientras que el primer antecedente de ingreso por cobre, es de la época de Juan Antonio Ríos, quién creo el Consejo Superior de Defensa Nacional (Consudena), quien administra, vigila y controla la inversión de recursos entregados por leyes, y en donde aparece el primer nexo entre el cobre y las FF.AA. Finalmente, y como ley previa a la fijada por Pinochet, Carlos Ibañez del Campo estableció la entrega del 15% de los ingresos del cobre, directamente a las Fuerzas Armadas en 1958. En otras palabras, no es un invento de Pinochet, pero si terminó de moldearla hasta como se conoce hoy en día.
Esta Ley fue impuesta en los últimos años de la dictadura, por parte del General Pinochet, y establece que el 10% del ingreso por venta de producción neta del cobre y sus subproductos hacia el exterior deben ser entregados por la Corporación Nacional del Cobre de Chile al Banco Central ( en dólares), para que sea destinado a las Fuerzas Armadas. Con este ingreso, las tres ramas del ejército deben financiar la adquisición de armamentos y pertrechos a sus respectivas instituciones. Especialmente, la ley nº 18.628 de 1987 es la que hace hincapié en esta norma.
De todas formas, no es una idea que se le haya ocurrido al generalísimo. Ya en la década del 30 se creó una ley de financiamiento militar. Mientras que el primer antecedente de ingreso por cobre, es de la época de Juan Antonio Ríos, quién creo el Consejo Superior de Defensa Nacional (Consudena), quien administra, vigila y controla la inversión de recursos entregados por leyes, y en donde aparece el primer nexo entre el cobre y las FF.AA. Finalmente, y como ley previa a la fijada por Pinochet, Carlos Ibañez del Campo estableció la entrega del 15% de los ingresos del cobre, directamente a las Fuerzas Armadas en 1958. En otras palabras, no es un invento de Pinochet, pero si terminó de moldearla hasta como se conoce hoy en día.
Ahora, El comentario de Pérez-Yoma se hace bajo dos puntos, que permiten entender la conexión de la Ley con los sobornos: primero, que dicha ley entrega el ingreso directamente desde el Banco Central a las ramas del ejército. Esto ya está dicho en la pequeña explicación de la ley que está más arriba. En ese sentido, son las mismas ramas las que gestionan qué y cómo se va a comprar, lo que gatilló en la llegada de un maletín de coimas para los altos rangos de la Fach en el caso “Mirage” para comprar aviones tan inoperantes como los que se compraron. Lo segundo, es que en el Ministerio de Defensa y/o La Moneda no llegó ningún tipo de maletín con plata, cosa que se está investigando y que permite que el comentario del Ministro del Interior tenga validez.
Los casos “Mirage” y “Leopard” son sólo dos de muchos probables casos de sobornos que deben haber rondado en las altas esferas de la milicia nacional, y hacen justo preguntar si es que tiene validez una ley como la de reserva del cobre. Primero que todo, porque depende de las fluctuaciones económicas de un producto específico, que además, es que el provee del 40% de los ingresos del país. Este primer semestre, con crisis y todo, las FF.AA. se embolsaron la no despreciable suma de 364 millones de dólares. Dinero con el que, en teoría, se debiese invertir en mejores armamentos para, nuevamente en teoría, generar una disuasión hacia los países vecinos. No está demás decir que ese dinero podría ser utilizado en proyectos sociales, de salud, educación, transporte, etc.
Por otro lado, la pregunta de rigor es ¿cómo fiscalizar que los ingresos de dicha ley vayan directamente a adquirir nuevo material bélico sin previo pago de coimas o sobornos? La respuesta más simple es, quitando el carácter de “reservada” de esta. Así, las ramas del ejército no tendrían una vía libre de dinero asegurado directo. Por otro lado, y que es algo importante, que el Consudema haga el trabajo para el que fue creado: fiscalizar, vigilar y controlar las inversiones para las FF.AA.
De todas formas, no es la idea exhumar de todo tipo de responsabilidad de Edmundo Pérez-Yoma, o al ex pOesidente Frei, que en cuyo mandato ocurrieron estas transacciones. Por lo menos responsabilidad política si tienen, y eso está claro. El tema pasa más porque hay aspectos que se llevaron a cabo durante la dictadura, en las que la Concertación ha hecho vista gorda. Y quizás, un fajo de billetes ha contribuido en esto.
Para la muestra un botón: ahora diferencias entre el Ministerio de Hacienda y del Interior no han podido llevar a cabo el primer paso de la derogación de la Ley de Reserva del Cobre, su llegada al Congreso.
por Jonathan Valenzuela®
Gobierno | Agosto 18, 2009
Gobierno | Agosto 18, 2009
1 comentario:
Hola, soy un ciudadano comun y corriente, trabajo en locomocion colectiva. Tengo todo el derecho de ser informado y tener la capacidad de ser una persona con vision de futuro. El 10% de las reservas del cobre para las FF.AA. no deberian tocarse, menos eliminarse, solo que mediante un acuerdo entre comandantes de todos las ramas y las altas autoridades civiles modificar la parte de reservada o secreta, o sea, me explico, ejemplo: Si la Armada necesita comprar una Fragata o un submarino tecnicamente le corresponde elegirla, pero, la compra que se haga de gobierno a gobierno en forma publica y transparente y que el cheque lo firme el Presidente de turno. Por ningun motivo estoy de acuerdo, enque los dineros destinados a las FF.AA. sean via Herario Nacional, solo basta ver y como estan, las demas FF.AA de los paises de Sudamerica, que no tienen de donde sacar el presupuesto para solventar los gastos que requieren unas FF.AA acordes para lo que es hoy el mundo y su tecnologia. mi nombre es: Juan Carlos y mi correo es: jcrcomputacion@gmail.com
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