El hombre, enfrentado a sus circunstancias, se ve precisado a tomar innumerables decisiones a lo largo de su vida. En capacidad de optar, decidirá a favor de lo que se acerque a sus fines o metas fijadas.
Sin embargo cuando la opción nos la ofrece un tercero, es menester que este compromiso reúna ciertas formalidades, como un comtrato por el cual una de las partes queda vinculada a su declaración de celebrar en el futuro un contrato definitivo y la otra tiene el derecho exclusivo de celebración o no.
Pero en los Estados Unidos de Norteamérica los empresarios no han encontrado mejor forma de mantener liquidez y elevar su productividad, que ofrecer a sus trabajadores la opción de compra de acciones, conocida como "stock options", al precio de la fecha de suscripción del contrato.
Esta modalidad consiste en posibilitar la incorporación como accionista pero con unas condiciones especiales a los directores, gerentes o empleados con el objetivo fundamental de que el beneficiario permanezca en la compañía un largo plazo y a su vez agregue valor a la empresa.
En la práctica el caso sería el siguiente: un empresario bajo la forma societaria de una sociedad anónima abierta - con acciones en bolsa - acuerda ofrecer en venta, a cierto nivel de trabajadores, acciones de la compañía al precio de la acción en el mercado a cambio de una reducción de sus sueldos o futuros incrementos de los mismos.
Si la acción está cotizada a S/. 2.00, un trabajador tendría la oportunidad de adquirir un paquete de 1,000 acciones a S/.2,000.00, que podría a su vez representar sus gratificaciones de julio y diciembre, los aumentos de remuneraciones pactados o una reducción de su sueldo durante el transcurso del año equivalente a S/.166.67 por mes.
El contrato de opción de compra de acciones podría ser suscrito a uno o hasta cinco años. En la fecha fijada en el contrato, el trabajador podría ejecutar su opción de compra al precio que pacto inicialmente y venderlas al precio de bolsa, optando entre venderlas al empleador o en bolsa. Si la acción al año subiera a S/7.00, el trabajador recibiría producto de la venta de sus acciones S/.7,000.00, que representa una utilidad de 250%.
Es claro que el riesgo por el precio de las acciones es asumido por el trabajador, sin embargo si no desea transferirlas, podría mantenerlas y venderlas en la oportunidad en que su cotización fuera mayor.
Sin embargo los empresarios a fin de evitar perder el control de la compañía debido a la cantidad de acciones comprometidas, periódicamente readquieren de sus trabajadores las acciones pagando el precio real de la acción al momento de la transferencia.
Debido a que estas opciones no tienen un valor en efectivo cuando son entregadas, no le cuestan nada a la compañía: son gratuitas. Es más, la política fiscal de los Estados Unidos de Norteamérica permite deducirlas como un gasto a las ganancias que obtiene el dueño de las opciones, aún cuando la compañía no ha gastado dinero alguno.
Esta practica no sólo alivia a los empresarios al disponer de mayor liquidez para sus operaciones, sino que los trabajadores asumen un compromiso directo con la productividad de la compañía, con la posibilidad de obtener utilidades; promoviendo en el país una cultura de la inversión.
Algunos miembros del Congreso Norteamericano han venido cuestionando el sistema, mas no la operación propiamente dicha, sino sus implicancias fiscales debido que estas pueden ser deducidas sin que hayan significado un gasto real o efectivo.
En cierta forma la política fiscal adoptada por los Estados Unidos de Norteamérica respecto a las "stock options", constituye un quiebre al sistema contable, sin embargo la entendemos desde un punto de vista promocional.
Por lo pronto las más grandes corporaciones dedicadas al negocio de las computadoras, como son Microsoft, Nestcape, entre otras, vienen empleando esta modalidad desde hace algunos años.
Se estima que las corporaciones norteamericanas tienen comprometidas hasta el 24% de sus acciones a través de las "stock options".
Por otro lado, constituyendo las "stock options" un incentivo al trabajador, son muchas las compañías que para atraer a los mejores profesionales, les ofrecen atractivos paquetes de las mismas, como un beneficio adicional a sus remuneraciones.
En el Perú las perspectivas del sistema podrían ser alentadoras en poco tiempo si es que se salvan algunos problemas de índole legislativo, como la posibilidad de que un mayor número de sociedades de capitales coloquen sus acciones en bolsa.
Sin embargo cuando la opción nos la ofrece un tercero, es menester que este compromiso reúna ciertas formalidades, como un comtrato por el cual una de las partes queda vinculada a su declaración de celebrar en el futuro un contrato definitivo y la otra tiene el derecho exclusivo de celebración o no.
Pero en los Estados Unidos de Norteamérica los empresarios no han encontrado mejor forma de mantener liquidez y elevar su productividad, que ofrecer a sus trabajadores la opción de compra de acciones, conocida como "stock options", al precio de la fecha de suscripción del contrato.
Esta modalidad consiste en posibilitar la incorporación como accionista pero con unas condiciones especiales a los directores, gerentes o empleados con el objetivo fundamental de que el beneficiario permanezca en la compañía un largo plazo y a su vez agregue valor a la empresa.
En la práctica el caso sería el siguiente: un empresario bajo la forma societaria de una sociedad anónima abierta - con acciones en bolsa - acuerda ofrecer en venta, a cierto nivel de trabajadores, acciones de la compañía al precio de la acción en el mercado a cambio de una reducción de sus sueldos o futuros incrementos de los mismos.
Si la acción está cotizada a S/. 2.00, un trabajador tendría la oportunidad de adquirir un paquete de 1,000 acciones a S/.2,000.00, que podría a su vez representar sus gratificaciones de julio y diciembre, los aumentos de remuneraciones pactados o una reducción de su sueldo durante el transcurso del año equivalente a S/.166.67 por mes.
El contrato de opción de compra de acciones podría ser suscrito a uno o hasta cinco años. En la fecha fijada en el contrato, el trabajador podría ejecutar su opción de compra al precio que pacto inicialmente y venderlas al precio de bolsa, optando entre venderlas al empleador o en bolsa. Si la acción al año subiera a S/7.00, el trabajador recibiría producto de la venta de sus acciones S/.7,000.00, que representa una utilidad de 250%.
Es claro que el riesgo por el precio de las acciones es asumido por el trabajador, sin embargo si no desea transferirlas, podría mantenerlas y venderlas en la oportunidad en que su cotización fuera mayor.
Sin embargo los empresarios a fin de evitar perder el control de la compañía debido a la cantidad de acciones comprometidas, periódicamente readquieren de sus trabajadores las acciones pagando el precio real de la acción al momento de la transferencia.
Debido a que estas opciones no tienen un valor en efectivo cuando son entregadas, no le cuestan nada a la compañía: son gratuitas. Es más, la política fiscal de los Estados Unidos de Norteamérica permite deducirlas como un gasto a las ganancias que obtiene el dueño de las opciones, aún cuando la compañía no ha gastado dinero alguno.
Esta practica no sólo alivia a los empresarios al disponer de mayor liquidez para sus operaciones, sino que los trabajadores asumen un compromiso directo con la productividad de la compañía, con la posibilidad de obtener utilidades; promoviendo en el país una cultura de la inversión.
Algunos miembros del Congreso Norteamericano han venido cuestionando el sistema, mas no la operación propiamente dicha, sino sus implicancias fiscales debido que estas pueden ser deducidas sin que hayan significado un gasto real o efectivo.
En cierta forma la política fiscal adoptada por los Estados Unidos de Norteamérica respecto a las "stock options", constituye un quiebre al sistema contable, sin embargo la entendemos desde un punto de vista promocional.
Por lo pronto las más grandes corporaciones dedicadas al negocio de las computadoras, como son Microsoft, Nestcape, entre otras, vienen empleando esta modalidad desde hace algunos años.
Se estima que las corporaciones norteamericanas tienen comprometidas hasta el 24% de sus acciones a través de las "stock options".
Por otro lado, constituyendo las "stock options" un incentivo al trabajador, son muchas las compañías que para atraer a los mejores profesionales, les ofrecen atractivos paquetes de las mismas, como un beneficio adicional a sus remuneraciones.
En el Perú las perspectivas del sistema podrían ser alentadoras en poco tiempo si es que se salvan algunos problemas de índole legislativo, como la posibilidad de que un mayor número de sociedades de capitales coloquen sus acciones en bolsa.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario