No cabe duda que la imaginación de algunos de nuestros legisladores no tiene límites al presentar proyectos de ley. Pero cuidado, que existe una diferencia entre los proyectos y los "proyectiles" que "disparan" algunos congresistas contra el modelo económico. Estos “proyectiles” por lo general tienen una motivación política y hasta ideológica en algunos casos. Hace algunos años a este tipo de propuestas les llamábamos “petardos”, por la asonada terrorista de aquellos tiempos.
Hace unas semanas a algún congresistas del actual “régimen” que se cambio de "camiseta", se le ha ocurrido presentar uno de esos “proyectiles” pretendiendo normas especiales para juzgar en el caso de los denominados “delitos de cuello blanco”. En el pasado era una creencia hebrea que aquellos que llevaban a cabo sus delitos en secreto no estaban siendo contemplados por Dios, y por tanto merecían ser castigados más severamente por ello.
Es así que en los libros Deuterocanónicos y Apócrifos, un escritor afirmaba, reseñando el origen de dichos delitos, «Del mismo modo que un clavo se clava rápidamente entre las uniones de las piedras, así se clava el pecado entre la compra y la venta». Sin lugar a dudas una tesis totalmente anacrónica por discriminatoria y abusiva, que hoy algunos pretenden incorporar a nuestra legislación.
La teoría del autocontrol sostiene que los delincuentes de “cuello blanco” no son diferentes a cualquier otro tipo de delincuentes, posición apoyada e inducida por la confianza en la definición de conducta de Yale. Sin embargo, bajo el prurito de que son delitos cometidos por “poderosos”, un congresista considera que deben ser lanzados a la “hoguera”, sin el menor respeto por sus garantías y derechos. Este tipo de disposiciones tarde o temprano podrían terminan en una “cacería de brujas” en pleno siglo XXI.
Otro “proyectil” que merece comentarse y que parecería estar concatenado al comentado líneas arriba, es aquel que amplía la responsabilidad penal a las “personas jurídicas”, levantando no sólo el denominado “velo societario” sino hasta los "fondos" de la persona jurídica. El objetivo sería responsabilizar a todos los accionistas o participaciones de la empresa, aún cuando las decisiones las haya tomado el gerente u otro funcionario.
Este “proyectil” ha sido presentado por un ex ministro del actual “régimen”, por lo que podría tratarse de una respuesta al “atrevimiento” de Confiep de oponerse a la compra de Repsol y de la SNI por oponerse al denominado “proyecto de ley chatarra”.
Finalmente, otro “ilumnatis” de la Patria ha presentado un tercer “proyectil” pretendiendo ampliar por enésima vez el plazo de las exoneraciones de los Centros de Exportación, Transformación, Industria, Comercialización y Servicios (CETICOS). Esto sin tener en cuenta que cuando se debatía el último proyecto ampliatorio de plazo hace unos años, juraron por su “madrecita” que no volvería a ampliarse el plazo.
Así están las cosas en el Congreso. Como diría mi abuela, hay de todo, como en botica...
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