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miércoles, 28 de abril de 2010

La verdad de la milanesa

La verdad de la milanesa es que hasta hace poco tiempo el más importante Grupo de medios de comunicación andaba de buenas migas con el Gobierno. Sin embargo las directivas que en este sentido se impartían no habrían sido del agrado de uno de sus directores periodísticos. Este director habría desnudado su malestar en un medio de comunicación de la competencia, por lo que habría sido condenado al destierro periodístico.

Pero a la vez, el Grupo le habría estado prestando oídos a Toledo y sus seguidores. Al fin y al cabo, la nueva línea editorial del Grupo estaría ligada ideológicamente a la facción de la “pontificia” neo izquierda de café sin revolución, que cobijó y protegió el gobierno de Toledo.

Todo iba bien, hasta que al Gobierno se le ocurrió dejar en libertad a Crusillat. La primera reacción en contra habría venido de sus archienemigos: Toledo y la seguidilla de pontificios de neo izquierdistas. En conjunto habrían hecho notar al Grupo que ello era muy malo para sus intereses.

No pasó mucho tiempo para que el Grupo se diera cuenta que era cierto lo que le habían indicado. Un hepático Crusillat - en libertad - entablaba demandas para recuperar los medios de comunicación que ahora estarían en manos del Grupo. Y cuando le tocan el bolsillo a un grupo económico, las cosas no quedan allí.

El Grupo, muy incomodo por el atrevimiento de Crusillat, habría exigido al Gobierno la cabeza de su novato Ministro de Justicia y, entre reniegos, no le habría quedado más que entregársela. En los pasillos del Parlamento, el descabezado ministro gritaba a todo pulmón – a lo Miguel Rios - que ello ocurría porque detrás estaba el Grupo. Nadie le prestaba oídos, sin embargo cuanto de cierto habría en ello.

Para entonces ya las relaciones entre Toledo y el Grupo se habrían reforzado. Juntos planearían llevar a Toledo nuevamente al Gobierno. Para ello habría que acabar con el Gobierno y su principal aliado: Castañeda.

De pronto explota el tema de nuevos audios que involucran a Del Castillo. Giannotti en libertad y envalentonada hacía notar que poseía copia de algunos audios importantes para los intereses de Toledo y el Grupo. Así el Grupo habría conseguido ser el hilo conductor entre los audios y el escándalo. Los hace públicos de manera sistemática a través de sus distintos medios de comunicación.

Luego de hacer público un par de audios y generar una hecatombe en el Partido de Gobierno, habría exigido la cabeza del segundo en su lista negra: Del Castillo. El Presidente luego de idas y venidas, habría cedido y echado a los perros a su Secretario General.

En los últimos días, otro escándalo por venta irregular de terrenos en las playas de sur se lleva de encuentro al Director de COFOPRI, a la sazón Secretario General del Partido de Gobierno. Esta vez el Presidente no habría esperado que le exijan la cabeza del funcionario, haciéndolo renunciar en el acto.

Mientras ello ocurre, desde el mismo frente, pero a través de otro de los brazos del Grupo, se emprende una campaña de demolición contra la imagen del candidato presidencial capitalino de mayor opción. El mismo que durante estos años se habría constituido en un importante aliado del Gobierno en el Parlamento: Luis Castañeda Lossio.

El objetivo político sería claro: reducir a su mínima expresión la legitimidad del Partido de Gobierno y su eventual aliado, Luis Castañeda Lossio, a fin de que en la foto de la segunda vuelta electoral aparezca Toledo. Esto llevaría a que todos se agrupen en contra de Keiko, favoreciendo con su voto la reelección de Toledo. Toledo feliz, el Comercio feliz y los neo izquierdistas felices.

Sin embargo, el Gobierno ya se habría dado cuenta de esta argucia y habría empezado a contraatacar desde medios de comunicación afines. Así, se estaría levantando en medios amigos el tema de la compra de acreencias de un importante canal de televisión abierta, gestada durante el Gobierno de Toledo en INDECOPI. También se estaría vinculando al grupo de investigación del mas importante medio de comunicación escrita del Grupo, en extraños lobbies con personajes ligados al narcotráfico. Estos temas estarían causando urticaria en el Grupo.

Tampoco parece casualidad que el Tribunal Constitucional haya decidido quitar el control económico de la Pontificia Universidad Católica y sus vastos negocios en San Miguel, a un grupo de pontificios de neo izquierda. Valgan verdades, desde dicho bastión, estos personajes han ganado notoriedad y en cierta forma el control de parte de la vida política nacional.

La guerra se ha iniciado y aun faltan varias batallas por librar.

¿Y el pueblo?. Que mierda, al fin y al cabo ellos no saben nada de esto.

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