Se ha consolidado el Acuerdo Comercial con los Estados Unidos de Norteamérica y, como en cualquier negociación, tenemos algo que perder, pero mucho que ganar si es que nos preparamos adecuadamente para afrontar el reto comercial que éste nos ofrece.
Ahora contamos con el acceso permanente mercado Norteamericano, que es 180 veces mayor que el peruano en poder adquisitivo. Recordemos que E.E.U.U. es nuestro mayor socio comercial. El 26% de nuestras exportaciones se dirigen a él, mientras que sólo el 19% de nuestras importaciones provienen de él, lo que hace que la diferencia entre nuestras exportaciones e importaciones sea positiva.
Cierto es que debido a que el agro estadounidense está protegido por subsidios de su gobierno, estaremos en desventaja respecto de dicho mercado. Este hecho hace necesario trazar una estrategia para afrontar el problema. En este sentido, habría que estudiar la posibilidad de establecer incentivos – no sólo tributarios, pues ya los tienen – para la reconversión de cultivos, el riego tecnificado, la adquisición de semillas y fertilizantes, así como la adquisición de maquinaria.
Si a esto le sumamos, una adecuada capacitación; la generación de agronegocios que faciliten a los agricultores aprovechar mejor los beneficios del Acuerdo Comercial con Estados Unidos; y, generamos cadenas productivas y economías de escala, para que los pequeños productores accedan al mercado interno como externo, la posición de nuestro agro mejorará. Asimismo, si brindamos apoyo a la agricultura en la sierra y en la selva, a través de infraestructura vial, telecomunicaciones, información; en poco tiempo nuestro agro pasará de una eventual situación de desventaja a una posición predominante.
Las MYPES pueden constituir una pieza clave en el aprovechamiento de las ventajas del Acuerdo Comercial con los EE.UU.; sin embargo, es necesario que se reduzcan los costos de la formalización; la implementación de ventanillas únicas de formalización a nivel nacional; y, la ampliación del límite de transacciones y creación de líneas de crédito adecuadas.
Por otro lado, se requiere promover los consorcios de MYPES; posibilitarles el acceso a regímenes de importación temporal para insumos y maquinarias; crear fondos de inversión de alto riesgo y titulación de créditos y, en el marco de la reforma del Estado, fusionar instituciones públicas de fomento a las MYPES.
Tenemos muchas ventajas para el país a través del Acuerdo Comercial con los EE.UU. y está en nuestras manos el saber aprovecharlas adecuadamente. El Congreso de la República ha delegado funciones legislativas al Poder Ejecutivo para que dicte las normas necesarias para su implementación, por lo que corresponderá a éste asumir con diligencia dicha tarea.
TLC
ACUERDO COMERCIAL
No hay comentarios.:
Publicar un comentario