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domingo, 6 de mayo de 2007

¿EPOPEYA?: MEMORIAS DE LA GUERRA CON CHILE


Desde muy pequeño, recuerdo haber escuchado a mi venerable abuela, Doña Manuela Lucero Vda. de Ortiz, hablar del salvajismo conque actuaron los chilenos durante la invasión a Chimbote y de los fusilamientos en la denominada "Cuesta de Chile"; tanto como a mi madre contarnos de las reuniones que años mas tarde y casi de manera clandestina, realizaba la colonia China en la quinta cuadra de la Av. José Pardo de dicho puerto.

Interesado por el tema, me puse a revisar escritos chilenos respecto a la Guerra del Pacífico y encontré interesantes notas sobre la barbarie de la que mi abuela hablaba y que fue personificada por el militar chileno Patricio Lynch.

Dentro de la historia del Perú, Patricio Lynch ha quedado marcado como uno de los mas odiados personajes de la Guerra del Pacífico, tal como lo registra el historiador Rubén Vargas Ugarte: "La expedición se puso a las órdenes de Patricio Lynch, cuyo nombre pasará como el de Átila, como sinónimo de robo, crueldad y barbarie".

Pero las criticas no terminan, algunos historiadores chilenos registran las siguientes apreciaciones sobre la expedición del militar chileno: "no había podido, a la verdad, idearse, ni aun dentro de un cerebro enfermo empresa mas fuera de razón, de propósito i de oportunidad, sin tomar en cuenta la implícita barbarie que a toda expedición de destrucción de propiedades va afecta, sea en el mar o sea en tierra firme. Ívamos a resucitar los días de los corsarios en nuestro propio suelo, cuando el mundo entero, de común acuerdo, acababa de abolirlos.."

Para algunos historiadores modernos, se trataba de "... un mercenario irlandés al servicio de Chile, que lanzó una serie de correrías a lo largo de la costa norte del Perú con el doble objeto de pillaje y destrucción del espíritu de guerra del Perú".

La expedición dirigida por Lynch, luego de desembarcar en Chimbote, realizó un raid hacia el interior, en demanda de los ingenios de azúcar; luego desembarcó en Paita, Chocope, Acospe, San Pedro de Pacasmayo, etc. Los muelles donde era posible el desembarco de material de guerra eran destruidos, lo mismo las estaciones y vías férreas.

El Ferrocarril Chimbote-Tablones-Huallanca lo utilizaron para destruir la hacienda Palo Seco de don Dionisio Derteano, quemar 7 locomotoras y arruinar luego la propia vía. Lynch destruyó plantaciones de algodón y de azúcar, e incendió estructuras públicas, mató el ganado, liberó a chinos coolies, generando tumultos de éstos a su partida.

Exigió tributos y rescates entre los propietarios. Las propiedades extranjeras generalmente eran respetadas por Lynch, posibilitando a varios peruanos proteger sus propiedades al transferir éstas a extranjeros antes del arribo de las fuerzas chilenas.

Los objetivos de la Expedición Lynch han quedado registrados : distraer las fuerzas concentradas en Lima, llamando la atención a distintos puntos donde las fuerzas chilenas desembarcarían; imponer contribuciones de guerra en los pueblos próximos a la costa y algunos del interior, para atender con ellos el mantenimiento del ejército chileno; producir el pánico de la guerra en las poblaciones más comerciales del Perú y hacer sentir las consecuencias de la guerra a los acaudalados del norte del Perú.

Trataba de mantener el espíritu público en Chile, y provocar en Lima, tal vez una revolución con los cargos que la impunidad de las operaciones harían nacer contra la imprevisión del gobierno de Piérola. El Ministro chileno Vergara, aparte de los objetivos anteriormente indicados, ordenó la destrucción de todo el sistema ferroviario en el norte del Perú.

En una carta que dirige Lynch a sus superiores, detallando los siniestros planes de la Expedición, se puede leer: "Por distar Huarmey sólo dos leguas de Chancay, término del ferrocarril de Lima al norte por la costa, y mediar una distancia de 20 leguas de Huarmey a Huaraz, si se viera algún peligro para la internación de la división, se dirigiría sin perder tiempo a Chimbote, para desembarcar en ese magnífico puerto, que sirve hoy al comercio de Lima y Callao, después de imponerle la correspondiente contribución de guerra, marcharían por la costa sobre Trujillo, que dista quince leguas de Chimbote, pasando por Virú y Moche, puertos que cuentan con toda clase de recursos".


Benjamín Vicuña Mackenna, documenta el manifiesto de embarque del botín de guerra de Lynch, llegando a las siguientes cantidades: "En cuanto al botín de Guerra, que ni la riqueza, ni la moralidad, ni el buen nombre de Chile para nada necesitaba....consistía aquel en definitiva en unos tres mil sacos de azúcar, 700 a 800 sacos de arroz, 500 pacas de algodón, 17 bultos de chafalonía de plata, 29,050 libras esterlinas en jiros sobre Europa, que no sabemos si fueron alguna vez cubiertos, 11,428 pesos plata, cinco mil soles papel, i cuatrocientos chinos de lo peor de la raza amarilla que desde entonces comenzó a invadir desde Arica los puertos de Chile, sin hacer cuenta de una infinidad de pequeños artefactos o ingredientes que por rubor no nombrarlos".

En las actas de la sesión secreta del Senado Chileno llevada cabo el 29 de Septiembre de 1880, se lee: «A juicio de Su Señoría, esas operaciones eran indignas de nuestro ejército y constituían una verdadera deshonra para la República, para su grandeza moral y su historia futura».


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7 comentarios:

Anónimo dijo...

Desde la perspectiva de Chile, el Perú y Bolivia tenian el plan de expanción territorial y que querian apoderarse del salitre. Locierto es que Chile se estaba apoderando del salitre de Bolivia en Antofagasta, en otra parte del documental chile llega a lima y se instala en Lurin y ahí hacen sus practicas hasta llegar a la capital matando a personas y violando a las mujeres,y saquear la Biblioteca de la Nación de Lima, llevandose colecciones de libros, el cual lo tienen guardados en su biblioteca que ellos no lo quieren mostrar o dar a sus estudiantes (chilenos),por otro lado el ministerio de edicación de chile en su programa de educación no enseña a los alumnos la verdadera historia de la guerra del pacifico.

Anónimo dijo...

El artículo es excelente, como dice Vargas Ugarte, hay cosas que se pueden perdonar pero no olividar. La información es bastante seria.
Yo le en mi libro "Historia de Chimbote" puse a esta invasión: La Barbarie de los chilenos en Chimbote".
Pero hay trabajar en reivindicar a Manuel Ruíz, Agustín Castro y Manuel Baca, guerrilleros de la resistencia en Chimbote, Nepeña, Moro, Samanco, Jimbe, etc. que son los héroes olvidados.
Gran parte fue el desclabro económico y político que vivía el Perú en aquel tiempo. La ologarquía peruana tenía intereses en los yacimientos salitreros de Tarapacá.Los hermanos Meiggs están pasando sin ser vistos en esta guerra.Debe estudiarse la participación de Juan Gilberto Meiggs, que estuvo por Chimbote trabajando la vía férrea.

Fernando Bazán Blass.

Anónimo dijo...

k pena carajo , k pena y coraje, solo keda leer a conciencia la historia de c/pueblo y asi no tener k lamentarnos, uno puede perder algo en la vida, como todos estamos condenados a perder ó ganar algo en esta vida,pero con dignidad i decencia sres. no de rodillas, no como nazis (LLAMESE CHILE) por k eso son....su clase dirigencial y de poder economico son de europa, al igual k argentina, raza desleal y ambiciosa

Anónimo dijo...

take it easy mate

Anónimo dijo...

des leal y ambiciosa respeto mxo a los peruanos pero no pke un pais salga de la pobresa como chile,brazil,argentina,uruguay y mxos mas y su pais sigue en su pasado.
asi dice peru ke chile le tiene envidia de ke salimos adelantes asta despues del terremoto y rencor entre chile y peru siempre a habido pke chile siempre a estado un paso mas adelante ke peru

Anónimo dijo...

:O :P :)

Anónimo dijo...

no creo que la actuación de Lynch en la expedición que hizo en territorio peruano, haya sido una decisión personal, pienso que él fué escogido, conociendo su personalidad gansteril, para efectuar los saqueos y abusos cometidos dentro su recorrido por el Perú. Esta actitud, se encuadra dentro del espíritu chileno de rapiña, tanto así, que lo han incluído dentro del lema que aparece en su escudo: "por la razón o la fuerza", aunque debería decir "por la rapiña y a la fuerza"