Y se presentaron ante la Comisión de Ética del Congreso, Chehade y los tres generales que estuvieron reunidos en “Las Brujas de Cachiche”.
Los generales en actividad Gamarra y Salazar, ambos participes de la reunión en “Las Brujas de Cachiche”, prácticamente siguieron el mismo libreto. De una y mil maneras repitieron que Chechade no tuvo nada que ver en la conversación sobre el tema Andahuasi. Ambos manifestaron que fueron los Generales Arteta (en retiro) y Gamarra (en actividad) quienes conversaron sobre el tema.
Chehade dijo que no dijo lo que dijo días antes en un Canal N. Acomodando su intervención televisiva, dijo que “nunca se vio el tema Andahuasi”…. agregando esta vez, “… como un pedido de desalojo”. Demasiado torpe el agregado, desde mi punto de vista. Luego, coincidiendo con las manifestaciones de los generales en actividad Gamarra y Salazar, señaló que la conversación sobre Andahuasi la inicio el Gral. Arteta y la siguió el Gral. Gamarra. Finalmente, despotricó contra el Gral. Arteta, quien pusiera al descubierto ante la opinión pública la reunión y los temas tratados.
La coincidencia casi exacta entre las manifestaciones de los generales en actividad, Gamarra y Salazar, y la del señor Chahade y la diametral oposición con la manifestación del General en retiro Arteta pueden llevarnos a pensar en dos supuestos.
El primer supuesto, atendiendo a la presunción de inocencia, sería que Chehade dice la verdad y, por consiguiente, no existió tráfico de influencias ni conducta reñida con la ética parlamentaria. El segundo supuesto, nos llevaría a pensar que existió una concertación previa entre Chehade, Gamarra y Salazar, para trazar una estrategia de defensa bajo el esquema de un mismo libreto. El objetivo, salvar a Chehade de una inminente suspensión en sus funciones parlamentarias. Si este fuera el caso, la pulcritud con la que se manejaron las declaraciones serían dignas de cuando menos tres levantadas de telón.
Sin duda alguien o algunos mienten en esta historia y con ello estarían metiéndose en problemas mayores. Es claro que la declaración del General en retiro Arteta pone en duda la primera hipótesis. También es claro que mientras los Generales en actividad Gamarra y Salazar están subordinados al Jefe Supremo de las FF.AA. y Policiales, es decir el mismísimo Presidente de la República, el General en retiro Arteta no tendría puesto que perder; por tanto las manifestaciones deben tomarse de quien viene.
Aun falta mucho por aclarar, como la supuesta visita al Potao por parte del hermano de Chehade y el facsímil de una supuesta resolución judicial apócrifa que anda circulando por algunos medios de comunicación. Como también falta por resolver el posible tráfico de influencias en el caso del tren eléctrico. Por cierto, también falta que la Comisión de Acusaciones Constitucionales, que sí investiga la comisión de delitos y puede desaforar del Congreso, empiece su investigación.
Finalmente, todas estas declaraciones se dieron ante la Comisión de Ética del Congreso, que no tiene que probar la comisión de un delito, solo le basta con merituar una conducta reñida con el Código de Ética del Congreso para suspender a Chehade en sus funciones de congresista hasta por 120 días. ¿Está reñido con la ética parlamentaria el reunirse con generales fuera de sus oficinas para tratar temas privados de interés de un grupo en el particular?
La Comisión de Ética tiene la palabra.
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