Nixon y Garganta Profunda |
El 17 de junio de 1972, Frank Wills, guardia de seguridad del complejo Watergate, advirtió que alguien había entrado en el edificio. Llamó a la policía y cinco hombres fueron arrestados dentro de la oficina del Comité Demócrata Nacional, la sede del principal partido de la oposición
Los cinco hombres eran Virgilio González, Bernard Baker, James W. McCord, Jr., Eugenio Rolando Martínez y Frank Sturgis. Todos eran miembros de la Operación 40 de la CIA.
James McCord era el Director de seguridad del comité para la reelección de Nixon, además era empleado del FBI y de la CIA, donde era el encargado de la seguridad física del Cuartel General en Langley. Los otros cuatro hombres eran agentes de la CIA. Los cinco fueron acusados de intento de robo y de haber intentado intervenir las comunicaciones.
El 15 de septiembre, ellos y otros dos hombres (E. Howard Hunt, Jr. y Gordon Liddy) fueron denunciados por conspiración, robo y violación de las leyes federales sobre intervención de las comunicaciones. Fueron juzgados y condenados en enero de 1973.
Los siete hombres habían trabajado directa o indirectamente para el comité de reelección de Nixon, y mucha gente, incluyendo el propio juez John J. Sirica, sospechaban que la conspiración alcanzaba a miembros de esferas más altas del gobierno.
En marzo de 1973, James McCord envió una carta al juez John J. Sirica expresando que estaba siendo presionado políticamente para que se auto-declarara culpable. En la carta implicó en el caso a varios oficiales del gobierno, incluyendo al ex Procurador Fiscal John Mitchell. Su carta convirtió el asunto en un escándalo político sin precedentes.
Dos periodistas del Washington Post, Carl Bernstein y Bob Woodward, investigaron para desenredar una compleja maraña cuyos hilos apuntaban a la Casa Blanca a través del Comité para la Reelección del Presidente (CRP) de Richard Nixon.
Los periodistas recibieron la ayuda anónima de un informante que se hizo llamar Deep Throat (Garganta Profunda) cuya identidad no fue revelada hasta treinta y tres años después del escándalo. El periodista Bob Woodward jamás contó su relación con la inteligencia naval y menos con las sociedades secretas de Yale, donde era miembro destacado.
En calidad de periodistas de investigación, Bernstein y Woodward utilizaron con frecuencia el teléfono y no vacilaron en contactar con centenares de interlocutores. Obsesionados por el caso Watergate, consiguieron sacarlo a la luz pública.
El escritor inglés Adrian Havill, naturalizado estadounidense, publicó "Deep truth. The lives of Bob Woodward and Carl Bernstein", donde asegura que el periodista del Washington Post fue agente de la CIA.
De 1970 a 1971, Woodward trabajó en el periódico Montgomery County Sentinel, de Maryland, donde logró destacar gracias a datos que le suministraba Mark Felt desde el FBI. En Maryland el reportero hizo amistad con David Miller, ex agente de la CIA en Vietnam, quien en algún momento estuvo involucrado con Task Force 157.
Enseguida, se encargó de investigarlo la justicia estadounidense y posteriormente una comisión de investigación senatorial que fue retransmitida por la televisión estadounidense en mayo de 1973. La comisión llegó a la conclusión de que algunas personas cercanas a Richard Nixon eran culpables de los hechos acaecidos en el hotel Watergate.
Finalmente se reveló (y se difundió por la prensa) que Nixon había mentido con el fin de ocultar su participación en el escándalo. Asimismo, había intentado sustraer a la investigación las cintas magnéticas que contenían las grabaciones de todas las conversaciones que tuvieron lugar en el Despacho Oval.
Tras defenderse de las acusaciones, Richard Nixon prefirió dimitir cuando se inició un proceso de impeachment contra él. Abandona sus funciones el 9 de agosto de 1974 antes de terminar el proceso.
Su vicepresidente, Gerald Ford le sucedió inmediatamente. Su primera acción oficial fue indultar a Nixon, con lo que se detuvo todo procedimiento contra él.
Durante años, el público especuló y discutió acerca de la identidad del confidente que ofreció acceso a información privilegiada y fue vital para la cobertura que hizo el Washington Post sobre el caso.
La verdadera identidad fue revelada finalmente por la revista estadounidense Vanity Fair, de la edición del 14 de junio de 2005 y cuyo contenido se dio a conocer el 31 de mayo como adelanto.
Se trataba de W. Mark Felt, el antiguo director adjunto del FBI bajo la presidencia de Nixon. A la edad de 91 años, deseó «liberar su conciencia».El periódico Washington Post confirmó la noticia horas después.
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