A las 8:19 minutos de la noche del día 17 de diciembre de 1996, 14 terroristas del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru irrumpieron desde una casa vecina y tomaron la residencia del embajador del Japón en el Perú, cuando se celebraba la fiesta que, con ocasión del natalicio del Emperador del Japón, ofrecía el mencionado embajador a unos 800 invitados.
Los terroristas, conocían de la presencia de autoridades políticas, empresarios y militares y paulatinamente fueron liberando rehenes que no servían a sus oscuros intereses, optando en última instancia por mantener presos a 72 personas, por cuya liberación exigieron a su vez, la liberación de 400 terroristas encarcelados.
Debía liberarse a los rehenes, pero el temor de una acción militar que pudiera poner en peligro la vida de los rehenes era un fantasma que rondaba y atemorizaba a los familiares; lo que obligaba a preparar una acción militar sumamente difícil y complicada, pues debía liberarse a los rehenes a un costo "O" en vidas humanas.
Es por esta razón que, mientras se realizaban los tratos pacíficos, un grupo de expertos comandos practicaba el asalto en una réplica de la residencia del embajador del Japón en el Perú, construida secretamente en una instalación militar. Al mismo tiempo, otro grupo idóneo de trabajadores y técnicos construía debajo de la residencia túneles semejantes a los de "Chavín de Huántar", la ciudad construida mil años antes de Cristo.
Fue en la tarde del 22 de abril de 1997, cuando se tomó la difícil y compleja decisión que podía significar una tragedia; pero se había llegado a una situación límite en el que los terroristas, concretamente el mando emerretista presionado por sus lugartenientes, no iban a ceder pacíficamente.
Hacia las tres de la tarde del mismo día, bandas militares de música comenzaron a tocar marchas de guerra, con el objeto de distraer la atención y el oído de los 14 terroristas que conservaban a 72 rehenes prisioneros en la residencia del embajador japonés, en el corazón del lujoso barrio limeño de San Isidro desde hacía 126 días.
Las marchas tenían, sobre todo, el objetivo de anunciar a los rehenes que se prepararan para una liberación violenta. Así se les había comunicado previamente a través de sistemas de comunicaciones instalados de manera secreta.
A las 3:23 de la tarde, una fuerte explosión dio inicio a la operación "Chavín de Huántar", con la voladura del piso de la sala principal, en donde un grupo de terroristas jugaba fulbito. 140 comandos de las tres armas irrumpieron por ese forado y por otros accesos disparando sus ametralladoras.
Debía liberarse a los rehenes, pero el temor de una acción militar que pudiera poner en peligro la vida de los rehenes era un fantasma que rondaba y atemorizaba a los familiares; lo que obligaba a preparar una acción militar sumamente difícil y complicada, pues debía liberarse a los rehenes a un costo "O" en vidas humanas.
Es por esta razón que, mientras se realizaban los tratos pacíficos, un grupo de expertos comandos practicaba el asalto en una réplica de la residencia del embajador del Japón en el Perú, construida secretamente en una instalación militar. Al mismo tiempo, otro grupo idóneo de trabajadores y técnicos construía debajo de la residencia túneles semejantes a los de "Chavín de Huántar", la ciudad construida mil años antes de Cristo.
Fue en la tarde del 22 de abril de 1997, cuando se tomó la difícil y compleja decisión que podía significar una tragedia; pero se había llegado a una situación límite en el que los terroristas, concretamente el mando emerretista presionado por sus lugartenientes, no iban a ceder pacíficamente.
Hacia las tres de la tarde del mismo día, bandas militares de música comenzaron a tocar marchas de guerra, con el objeto de distraer la atención y el oído de los 14 terroristas que conservaban a 72 rehenes prisioneros en la residencia del embajador japonés, en el corazón del lujoso barrio limeño de San Isidro desde hacía 126 días.
Las marchas tenían, sobre todo, el objetivo de anunciar a los rehenes que se prepararan para una liberación violenta. Así se les había comunicado previamente a través de sistemas de comunicaciones instalados de manera secreta.
A las 3:23 de la tarde, una fuerte explosión dio inicio a la operación "Chavín de Huántar", con la voladura del piso de la sala principal, en donde un grupo de terroristas jugaba fulbito. 140 comandos de las tres armas irrumpieron por ese forado y por otros accesos disparando sus ametralladoras.
Fue esta ocasión en la que el Perú dio una lección al mundo. El pueblo se irguió con unión y coraje, embanderando las casas y reuniéndose en ceremonias de oración. La operación "Chavín de Huántar", sólo se ejecutó una vez agotadas todas las vías pacíficas y cuando la integridad física y vida de 72 rehenes -mantenidos por la fuerza de las armas-, corrían grave peligro.
Como consecuencia de sus graves heridas, falleció el Magistrado Carlos Ernesto Giusti Acuña. La operación "Chavín de Huántar" fue la perfecta culminación del trabajo realizado a los largo de 126 días, que duró esta horrenda acción terrorista, en que el pueblo peruano dio una lección de decisión y coraje al no negociar con los terroristas.
De los Comandos, ofrendaron heroicamente su vida por la democracia y la Patria el Teniente Coronel Juan Valer Sandoval y el Teniente Raúl Jiménez Chávez, ambos ascendidos póstumamente al grado inmediato superior y fueron heridos aproximadamente 20 comandos. Los 14 terroristas fueron abatidos. Fue una operación militar que hoy es tema obligatorio de estudio en las escuelas antiterroristas, y que enorgullece a todos los peruanos por su ejemplar perfección.
Cinco años mas tarde... El Comercio, 22 de junio de 2002: "La justicia militar abrió un proceso penal a 18 comandos de la operación Chavín de Huántar por los delitos de violación del derecho de gentes y abuso de autoridad por su presunta participación en la ejecución extrajudicial de 3 miembros del MRTA."
Trece años después... en algún lugar de Internet... http://peru.indymedia.org/news/2005/04/15528.php) VIVA EL MRTA, by RAMON Wednesday, Nov. 23, 2005 at 9:33 AM, UNMSM, Estamos reconstituyendo nuestra organización para iniciar esta nueva etapa de lucha revolucionaria.
La historia juzgará a aquellos que actuando con un odio desmedido propiciaron actos de injusticia contra militares sin tacha y con una hoja de vida impecable que lucharon por combatir el terrorismo, y el Poder Judicial a aquellos que merecen una sanción ejemplar por actos contra los derechos humanos.
Como consecuencia de sus graves heridas, falleció el Magistrado Carlos Ernesto Giusti Acuña. La operación "Chavín de Huántar" fue la perfecta culminación del trabajo realizado a los largo de 126 días, que duró esta horrenda acción terrorista, en que el pueblo peruano dio una lección de decisión y coraje al no negociar con los terroristas.
De los Comandos, ofrendaron heroicamente su vida por la democracia y la Patria el Teniente Coronel Juan Valer Sandoval y el Teniente Raúl Jiménez Chávez, ambos ascendidos póstumamente al grado inmediato superior y fueron heridos aproximadamente 20 comandos. Los 14 terroristas fueron abatidos. Fue una operación militar que hoy es tema obligatorio de estudio en las escuelas antiterroristas, y que enorgullece a todos los peruanos por su ejemplar perfección.
Cinco años mas tarde... El Comercio, 22 de junio de 2002: "La justicia militar abrió un proceso penal a 18 comandos de la operación Chavín de Huántar por los delitos de violación del derecho de gentes y abuso de autoridad por su presunta participación en la ejecución extrajudicial de 3 miembros del MRTA."
Trece años después... en algún lugar de Internet... http://peru.indymedia.org/news/2005/04/15528.php) VIVA EL MRTA, by RAMON Wednesday, Nov. 23, 2005 at 9:33 AM, UNMSM, Estamos reconstituyendo nuestra organización para iniciar esta nueva etapa de lucha revolucionaria.
La historia juzgará a aquellos que actuando con un odio desmedido propiciaron actos de injusticia contra militares sin tacha y con una hoja de vida impecable que lucharon por combatir el terrorismo, y el Poder Judicial a aquellos que merecen una sanción ejemplar por actos contra los derechos humanos.
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