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lunes, 23 de julio de 2007

MESA QUE MAS APLAUDA


A pocos días de la elección de los nuevos miembros de la Mesa Directiva del Congreso, se ha desatado en los medios de comunicación una ola de cuestionamientos a las negociaciones políticas propias y necesarias en un Parlamento cuya composición no existe un partido político que goce de mayoría absoluta.

Hace apenas una semana, los voceros del partido de gobierno anunciaban que contaban con los votos necesarios para volver a ocupar la Presidencia del Congreso por segundo año consecutivo.

Sin embargo, este fin de semana parecería que tanto discurso de autosuficiencia se ha desvanecido, ante el anuncio de la conformación de un bloque de oposición para presentar una lista de candidatos que se enfrente a la oficialista. Esto es precisamente lo que parte de la ciudadanía y algunos editores políticos han venido exigiendo: una oposición más compacta y crítica frente al gobierno, que permita hacer un contrapeso en el ejercicio del poder político por parte del Gobierno.

El riesgo del oficialismo es grande, puesto que podría no sólo perder el control del Congreso, sino que ésta podría constituir su más grande derrota política a un año de haber asumido el gobierno.

Presentar una lista limitada únicamente a candidatos del partido de Gobierno y algunos candidatos al transfugismo - pues el partido Fujimorista estaría condicionando su participación a que le levanten el veto a su candidato - es altamente peligroso para sus intereses.

La eventual derrota en el Congreso de la lista oficialista, sumada al bajo nivel de apoyo al Presidente mostrado en las últimas encuestas, estaría colocando al gobierno frente a un grave problema de legitimidad.

El panorama más complicado para el Gobierno sería un Poder Ejecutivo con bajo nivel de aprobación – y por tanto, escasa legitimidad - y un Poder Legislativo en manos de la oposición.

Esta coyuntura complicada para el Gobierno habría llevado a algunos medios de comunicación capitalinos a expresar sin tapujos - con el riesgo de perder su neutralidad en la información - su respaldo a la lista del oficialismo. Pero qué tanto riesgo implica la conducción del Congreso por la oposición para la gobernabilidad en el país.

Si lo apreciamos desde el punto de vista de la situación de convulsión social que vive el país, la elección de una Directiva en el Congreso presidida por un parlamentario de oposición, podría ser una válvula de escape. Es previsible que los grupos sociales radicales - que durante las últimas semanas han promovido paros y huelgas a nivel nacional - suspendan sus medidas de fuerza, fijando sus expectativas en el nuevo Periodo Legislativo.

La situación es tan complicada, que aún si ganara la lista oficialista, podría estar “perdiendo”; pues la oposición, frente a una eventual derrota - y consolidada como un frente - podría eventualmente acentuar su labor de fiscalización y control político, votando en bloque respecto a investigaciones de las cuales hasta ahora el Gobierno ha salido bien librado gracias a la fragmentación de la oposición.

Quizás, sea hora de que el Presidente de la República evalúe la conveniencia de retirar la postulación su lista oficialista a la Presidencia del Congreso, previo discurso respecto al respeto a la democracia, el rol de la oposición y el equilibrio de poderes.




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