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martes, 7 de junio de 2011

GOBERNAR ES RECTIFICAR

Se acabó la incertidumbre. El domingo los peruanos en el Perú y el mundo asistieron a sus respectivos centros de votación y poco más de la mitad eligió a Ollanta Humala como el próximo Presidente de la República.

Mi primera reflexión es que contamos con un nuevo gobierno que parte con baja legitimidad. Entendiendo por legitimidad a la relación de satisfacción de la ciudadanía con su gobernante. Este es el primer tema a resolver por el electo Presidente. Deberá demostrar a ese gran sector de la población que no creyó en él, que no es como se le describió durante la campaña. 

En este escenario post electoral podemos advertir que existen hasta tres grupos sensibles. El primer grupo está conformado por aquellos que votaron por el entonces candidato Ollanta Humala, con la seguridad o cuando menos esperanza de que su situación económica mejorará. Creen en Pensión 65, en que los programas sociales llegarán a todos los lugares y que producto de la redistribución de la riqueza anunciada en campaña, recibirán algún beneficio monetario o patrimonial de inmediato.

Este sector de la población no esperará mucho tiempo para recibir lo ofrecido. El Presidente electo deberá, entonces, empezar a tomar las previsiones del caso a fin lograr consenso en el Congreso para darle viabilidad a algunas de sus propuestas. 

El segundo grupo está conformado por aquellas personas que no habiendo votado por Ollanta Humala, exigen muestras claras del rumbo que seguirá el país. A este sector de la población le preocupa lo que vaya suceder con el modelo económico, la continuidad de la línea de crecimiento del país y la seguridad de los Fondos de Pensiones de cinco millones de afiliados a las AFPs.

La fuerte caída inicial de la Bolsa de Valores Lima ha acrecentado la preocupación de este sector por la economía. Y es que entienden que si la Bolsa de Valores cae de manera sostenida y el flujo de inversiones se detiene, miles quedarán en la calle. A ello habría que agregar que unos cinco millones de trabajadores que están en el Sistema Privado de Pensiones entienden que toda esta incertidumbre les afecta en sus expectativas de pensiones futuras.

Una señal clara de que estos temas no serán manipulados sería presentar ante la población a las personas que ocuparán los cargos más importantes dentro del Estado. Un amplio sector de este segundo grupo de personas exige el anuncio de las personas que asumirán los ministerios de Economía y Finanzas, y de Energía y Minas. Otro grupo solicita, además, mantener en el cargo al actual Presidente del Banco Central de Reserva del Perú. 

Finalmente, el Presidente electo tendrá que lidiar con las fuerzas internas dentro de su agrupación política, cuyos principales personajes, como era previsible, exigen participar en el Gobierno a través de algún cargo público.

Dura labor la que le espera al Presidente electo, más aún si vemos que en el Congreso de la República no cuenta con una mayoría absoluta y, por lo tanto, se verá obligado a buscar consensos desde ya. 

Me pregunto qué ocurrirá si el Congreso no accede a apoyar las propuestas electorales del Presidente. Un Gobierno con legitimidad limitada y sin una mayoría sólida que lo respalde en el Congreso puede ser fácilmente tentado a patear el tablero en algún momento. Ya hemos pasado por esta experiencia y en nuestra región Venezuela es un claro ejemplo de ello.

Sólo nos queda trabajar a fin de que el electo Presidente del Perú continúe por la senda de crecimiento de la última década, sin dejar de mantenernos vigilantes ante cualquier intento de replicar actos antidemocráticos bajo la influencia del joropo llanero.

Señor Presidente electo, si usted se equivocó con su primer Plan de Gobierno, tenga en cuenta que “gobernar es rectificar”.

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