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miércoles, 28 de febrero de 2007

¡¡¡POLICÍA...POLICÍAAAAAAAAA!!!

En el Perú al igual que en muchos otros países de la Región, la violencia urbana se ha convertido en uno de los temas más relevantes, de acuerdo a las nuevas formas que asume y al incremento de su magnitud.

Sin duda alguna, la principal concepción para enfrentar la violencia urbana es la denominada seguridad ciudadana, que se inscribe en una relación sociedad Estado.

Una encuesta llevada a cabo en noviembre del año 2005 por la empresa APOYO, nos muestra que más de la mitad de las entrevistas mencionaron que el principal problema del país era el desempleo (85%), seguido por la delincuencia (50%). En general, esta percepción es similar al interior de todos los niveles socioeconómicos, grupos de edad y tipo de género.

El 71% de los entrevistados mencionaron que era probable que en los próximos 12 meses sean víctima de algún delito. Asimismo, el 89% de los entrevistados mencionaron que en los últimos años el delito en el Perú había aumentado, y el 58% que el delito había aumentado en su barrio de residencia.

Respecto a los tres delitos más graves que se cometen en el Perú, se identificó la violación (72%), el asalto a mano armada (60%) y el secuestro (56%). El consumo de drogas fue el principal problema identificado en la zona o barrio de residencia por la mitad de los entrevistados.

Los mayores porcentajes de victimización en el último año se concentraron en los delitos de robo objeto de vehículos automotores (20%), tentativa de robo de vivienda (14%) y robo sin violencia (13%). Las tasas para el resto de delitos se encuentran por debajo del 8%.

Respecto a las tasas de denuncia, más de un tercio (37%) de las víctimas de robo de vivienda denunció ante la Policía, seguido por aquellos que fueron víctima de lesiones (33%). En general, casi un quinto de todas las víctimas declaró denunciar el hecho ante la Policía.

La mayoría de las víctimas de robo de vivienda (57%), robo de objetos de vehículos automotores (65%), robo de bicicletas (66%), robo con violencia (52%) y robo sin violencia (48%) no denunció porque la Policía o el Ministerio Público no habría hecho nada. Entre las víctimas de tentativa de robo de vivienda (47%) la razón de no denuncia fue que el hecho no fue lo suficientemente grave / importante o no hubo pérdida.

El 26% de las víctimas de robo con violencia en el último año mencionaron que el delincuente utilizó el arma. Entre estas víctimas, el 80% mencionó que resultó herido como consecuencia del hecho.

Durante el 2004, diariamente se cometieron 4.2 homicidios (aprox. un homicidio cada seis horas), 15.7 violaciones (aprox. una violación cada hora y media ) y 314 delitos contra el patrimonio (aprox. un robo/hurto cada 5 minutos). Además, es preocupante el porcentaje de crímenes que no son denunciados.

Tanto las encuestas del Instituto APOYO como la “Encuesta de Hogares sobre Victimización” del INEI señalan que sólo entre el 14% y 16% de los robos (y hurtos) en la vía pública son denunciados. El porcentaje de reportes se eleva a entre 31% y 38% en el caso de robos a viviendas; sin embargo, ambas tasas evidencian la poca confianza que la ciudadanía tiene en la Policía y el sistema de justicia. Preocupa también los sobrecostos que genera el nivel de criminalidad para la población.

Las estadísticas de la Policía Nacional (PNP) indican que en 2005 el personal de esta institución ascendía a 90,291. De esta manera, se calculaba un policía por cada 316 personas y 59.2 policías por cada comisaría. Estas cifras, sin embargo, no revelan de manera apropiada el personal con el que se cuenta para realizar actividades de vigilancia diaria de la ciudadanía.

Lo cierto es que del total de trabajadores de la PNP, 2,385 constituían personal civil asignado a áreas de sanidad o administrativas. Además, 9,983 oficiales y suboficiales pertenecían también al área de sanidad.

De esta manera, el 86% (78,543) del número inicial corresponde a efectivos policiales. Sin embargo, se calcula que de estos, sólo 55,832 estarían asignados a direcciones territoriales; el resto (22,711) estaría asignado al área de Actividad Central, que incluye tareas administrativas y a las direcciones especiales (p.e. contra el terrorismo, contra robos, operaciones especiales).

Finalmente, sobre la base de información a octubre del 2005, se conoce que el personal en comisarías que realiza actividades de patrullaje y vigilancia ciudadana asciende únicamente a 24,872. Es decir, el 27% de los 90,921 inicialmente mencionados.

Así, sobre los cálculos realizados se observa que en vez de tener un policía por cada 316 personas la población cuenta en el día a día con un policía cada 1124 personas, y que las comisarías en lugar de tener 59 policías en promedio tienen 16.6.

Estudios realizados demuestran que el costo de la delincuencia en el Perú asciende anualmente a 17,800 millones de nuevos soles. Esta cifra se desagrega en S/.5,300 millones por costo de prevención (PNP, serenazgo, seguridad privada y seguros); S/.2,000 millones es el costo de la investigación (PNP y Fiscalía); S/:3,500 millones es el costo de denuncias (Poder Judicial, penales y servicios profesionales); S/.7,000 es el costo de los efectos de la delincuencia.

Sin lugar a dudas, es necesario exceptuar a los efectivos de la Policía Nacional de las tareas administrativas que tienen que cumplir, así como de una serie de funciones ajenas a la lucha contra la delincuencia, como es el caso del salvataje en playas, control del tránsito, cuidado de áreas forestales, etc., las mismas que de los mas bien pueden ser asumidas por las municipalidades o los gobiernos regionales.

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