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domingo, 25 de febrero de 2007

¡¡¡AL FONDO HAY SITIO!!!


Basta con salir a la calle para apreciar el caos del transporte público en el país. Claro está, en Lima la situación es desastrosa, pues, como escribía un amigo, “en Lima no se cruzan las calles, sino se torea al transporte público”.

Ni que decir de quienes a diario tenemos que encender nuestro auto para ir al trabajo. Es prácticamente una odisea llegar a nuestro punto de destino. Entre combis que utilizan su bocina intermitentemente para llamar a los usuarios y los taxis que se cruzan sin encender la luz direccional o conductores mancos que no sacan el brazo para avisar del giro que harán, terminamos con un s-tres que casi llega a cuatro. Pero ¿quién es el responsable de guardar el orden en el transporte público?.

Pues la Ley Orgánica de Municipalidades señala que corresponde a las municipalidades provinciales hacer cumplir las normas de tránsito y las de transporte colectivo, sin perjuicio de las funciones que corresponden al Ministerio de Transportes. Asimismo, deben ejercer la función de supervisión del servicio público de transporte provincial de su competencia, contando con el apoyo de la Policía Nacional del Perú asignada al control del tránsito.

Si bien las municipalidades provinciales han suscrito acuerdos o convenios de ayuda y apoyo mutuo con la Policía Nacional de Tránsito, éste resulta insuficiente para controlar y supervisar el tránsito, viabilidad y transporte público en el Perú.

En consecuencia, suena lógico que las municipalidades cuenten con el personal que cumpla con dichas funciones de supervisión y de aplicación del régimen de sanciones administrativas, para los casos de infracción de las normas de tránsito, viabilidad y transporte público en el ámbito de su jurisdicción.

Se trata de una Policía Municipal de Tránsito, especializada en el control y supervisión del tránsito, viabilidad y transporte público, a favor de la colectividad; que permita a éstas cumplir con las función que les corresponde y a la Policía Nacional abocarse de lleno a la lucha contra la delincuencia y nos distraerse tocando pito en cada esquina.